Matemáticas amorosas

El que dice que quiere alguien que lo quiera es mentira. Nunca se quiere a alguien en “general”, siempre hay una persona en particular que te parte el cuerpo en mil pedacitos. Pero como todo es imperfecto, suele pasar que esa persona (B) no esté interesado en el buscador de cariño (A). Lo cual provoca que A ande pregonando por la vida que sólo busca quien lo quiera, cuando en realidad sólo busca que B le de bola para rendirse enamorado a sus tobillos. ¿Y cual es el inconveniente de esto, se preguntarán? Que siempre que exista A, y que exista B, va a existir C. Esta tercera alma en cuestión suele estar terriblemente enamorado, deslumbrado, embobado y demás ados por A. El cuál solo tiene ojos para B. Quién probablemente, asqueado del pesado obsesivo de A, esté revolcándose por cuanto rincón encuentre con X. X es un ser maravilloso y genial que tiene atrapado a B en una relación tan apasionante como incierta. Y que probablemente, después de un tiempo, aburrido de la idolatría de B, busque nuevas aventuras en alguna otra alma necesitada de cariño, la cual, sin duda va a ser C. El pobre C, que desistió de esperar a que A se decepcione de B, y fue a buscar diversión por otros lares. Si esto sucede, B quedará solo de nuevo; y como toda alma un poco tonta necesita cariños, recordará a A, ese que siempre lo entendió y estuvo ahí cuando X lo dejó esperando. A y B estarán juntos un tiempo; A maravillado de tener a su amor por fin entre sus brazos, y B sintiéndose por fin alguien necesario. Mientras esto suceda X y C estarán seguramente viviendo la experiencia más maravillosa de sus vidas, porque se encontraron cuando no buscaban a nadie. Y A y B muy probablemente se casen y vivan vidas monótonas, sintiendo nostalgia de lo que no tuvieron. B, extrañando esas locas aventuras con X; y A descubriendo que en realidad C era quién lo quiso más sinceramente, pero como es un alma tonta, lo descubrió tarde.



ACLARACIÓN: este es el 1° post en mi blog que no esta escrito por mi, espero que no se me haga costumbre... pero es que aún cuando lo leí hace mil lo recuerdo como si fuese ayer. Todo el merito es de LO., yo solo puse las bolas... literalmente (que fino estoy hoy... humor de salón...).

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