fantasmas indisolubles

Lo confieso... no tengo intenciones de cambiar el mundo. Me acobarda la posibilidad de eliminar lo que hoy odio. Errático, cambiante y paradójico, tal vez solo yo lo odie, o aún peor, solo lo odie hoy. Es que la temporalidad del pensamiento asusta. Me pregunto si será igual con el sentir. Cuando las cosas solo son dentro nuestro... ¿Todo pasa realmente?. Una vez más no lo sé. Tampoco pretendía hacerlo. Circulamos entre ejemplos de que el tiempo todo lo cura. Precepto básico y general que sirve como estaca en tiempos de tifones y tsunamis personales. Idea tan usual como la de resguardarse desesperadamente detrás de un muro de razón. Un ingenuo intento de ocultarse en un laberinto mental del glorioso horror del ser. Feliz así serás... en medio de una muchedumbre compuesta de existencias aisladas. Pero también, casi como un pre-cultural, intuimos que otros sentir quedarán perennes. Puntos nodales de una herida indisoluble. Comenzarán así tiempos de botellas asesinas de fantasmas, que aunque nunca logre matarlos a todos, dibujan amigos en un infierno que durará tan solo una vida. Pero, ¿Cómo evitar ser devorado? O mejor dicho, ¿Cómo no querer serlo?. Si es en el encuentro entre lo desconcertante y lo absurdo, donde uno descubre el violento impulso de perderse en lo indecible. Es el instante victorioso de una esencia de derroche oculto tras la mascara de una vida sensata. Concientes de la necesidad de algo que en su trascendencia nos de coraje para menospreciar la vida, estamos condenados al agotador deseo de encontrar una grandeza que nos degrade, y a la vez, nos de existencia. La gloria de entregarse no por un fin, sino por la gloria misma, es la que afirma que la verdadera desgracia del hombre no esta en sufrir sino en no atreverse a hacerlo.
rgp

2 Comments

  • ºOº V ºOº Said:

    Ahhh, la insoportable levadad del ser... La pregunta es... ¿somos? ¿qué somos? somos algo más que una acumulción de pensamientos difusos, incoherentes, cambiantes? Nuestras más profundas convicciones pueden deshacerse en segundos, el más claro pensamiento puede no ser más que un engaño... Y lo más triste de todo es que vivimos pendientes, inmersos y dependientes de esos pensamientos... partiendo de esa base nada es lo que es, sólo es lo que es hoy, ahora, ya, mientras sigamos siendo ingenuos y lo sigamos creyendo.  

  • Ivy Said:

    para Freud, la única realidad que importa es la psíquica, lo que vos creés real es lo real, no podés saber que hay más allá; porque todos tus sentidos, impulsos, deseos, dolores, hasta las sensaciones físicas, están gobernadas por marcas que alguien nos dejó alguna vez en el psiquismo;

    así que la pregunta por el más allá, por lo "real"; es un círculo que no lleva a ninguna respuesta concreta, porque somos puro símbolo, lo único real es la muerte; de ella no hay duda, y nos resulta tan insoportable que, religiones mediante, buscamos la forma de darle sentido.